La reforma del sistema de pensiones, introducida en medio de gran expectativa de los afiliados a AFP y ONP y del resto de trabajadores, tendría los días contados.Los principales impulsores de la denominada Ley de Modernización del Sistema de Pensiones, Congreso y Gobierno, ahora la repudian y piden su derogatoria o, en otro casos, plantean modificaciones que le quitan sentido y anulan su esencia misma: la generación de pensiones en mejores condiciones y el acceso de más personas a las mismas.El aval del Ejecutivo a un octavo retiro de fondos de AFP, en clara contradicción con su postura inicial de oposición a esa medida, precedido por el malestar de algunos grupos expresado en redes sociales y en marchas acotadas, precipitó a las bancadas de derecha que gestaron la reforma a rechazar la misma y respaldar el nuevo retiro de ahorros previsionales. Se suman, así, a los partidos de izquierda en el Parlamento, que se oponen a la reforma.En sendos comunicados, APP exigió su derogatoria, Renovación Popular la tildó de "abusiva ley de AFP" e indicó que presentará una iniciativa legislativa para corregir tal atropello, mientras que Fuerza Popular acusó al Gobierno de "desnaturalizar la reforma de pensiones", por lo que propuso correcciones inmediatas.