Por María Rosa Villalobos, editora de Economía y Día1 El Comercio.La delegación de empresarios y autoridades que visitó Europa la semana pasada estuvo compuesta por más de 80 personas. En Madrid, la primera presentación de Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva, congregó a más 100 asistentes, quienes escucharon con atención sus reflexiones sobre la economía peruana y, al día siguiente, sus reflexiones sobre el panorama electoral peruano en una segunda sesión; aunque siempre cautas y oportunas, las opiniones de Julio Velarde sobre esta materia son raras y escasas, y justamente por ello, esperadas y bien recibidas.Fueron días de sesiones de discusión y de muchos uno a uno; negociaciones a puertas cerradas cuyas consecuencias se verán en los próximos meses. Algunos empresarios aprovecharon el viaje para reunirse con accionistas y potenciales inversionistas, y así también, los representantes del gobierno Desilú León, Raúl Pérez Reyes, Jorge Montero, y los susperintendentes Juan Pichihua y Sergio Espinosa.A continuación, algunas buenas noticias. Se lanzó un paquete de i nversiones por USS$20.000. Resalto las 18 líneas eléctricas, el paquete de aeropuertos y los proyectos ferroviarios (especialmente, las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima, y el tren Lima-Ica). Además, la cadena española Meliá confirmó la construcción de nuevos hoteles en Cusco.El balance de este segundo ‘roadshow’ postpandemia es positivo. Y es que promocionar al Perú no es una tarea difícil. A diferencia de otros países, nuestra inflación está bastante controlada, el sol se presenta como una moneda estable y nuestros niveles de deuda son menores a los de nuestros vecinos regionales. La parte retadora descansa en la volatilidad electoral y en continuar fortaleciendo nuestro marco regulatorio. ¿Qué se necesita? Reglas claras, un componente fundamental para la inversión tanto local como extranjera; y seguir fortaleciendo nuestra institucionalidad. El inPerú permite visibilizar ese trabajo público-privado al cual siempre se hace referencia, y confirma que a pesar de las dificultades y entrampamientos locales, hacia afuera somos todos un solo Perú.