Por José Linares Gallo.En septiembre de 2025 el oro alcanzó un récord histórico de más de US$3,500 por onza, reflejo de una tendencia alcista sostenida: en los últimos veinte años, su precio se multiplicó casi por ocho, pasando de unos US$445 en 2005 a los niveles actuales. Esta revalorización, cercana al 700%, confirma al oro como activo refugio de valor histórico. El trasfondo está marcado por el deterioro fiscal de Estados Unidos, cuya deuda pública supera el 120% del PIB y crece sin freno. A esto se suma una inflación persistente, déficits crónicos y un escenario de tensiones geopolíticas, incluida la guerra arancelaria con más de 180 países. Todo ello erosiona la confianza en el dólar, que desde 1971 se convirtió en la piedra angular del sistema monetario internacional tras el abandono del patrón oro.El impacto ya se siente en el comercio energético global. En 2023, cerca del 20% de las transacciones petroleras se realizaron en monedas distintas al dólar, y la tendencia es a que el petro-dólar pierda exclusividad.