En el Congreso ocurre lo inesperado. Hasta ayer eran dos sectores antagónicos. Hoy caminan, coincidentemente en paralelo, con un mismo fin: recortar la vida de las concesiones mineras improductivas u ociosas. Lo hacen sin pensar en las consecuencias. Los expertos advierten que poner en marcha una mina puede tomar hasta 40 años (ver análisis). Aun así, ellos proponen -cada uno por su lado- que el tiempo para medir la productividad sea mucho menor: entre cinco y 20 años.Castillistas y Renovación Popular, bancada rival del profesor encarcelado en el penal de Barbadillo, han presentado en simultáneo cuatro proyectos de ley que serán vistos en los próximos días en la Comisión de Energía y Minas.Tres provienen del entorno del maestro chotano. El cuarto, de la bancada de Rafael López Aliaga, el voceado candidato presidencial que ha liderado las últimas encuestas.La coyuntura juega a su favor: la Comisión de Energía está presidida por Víctor Cutipa, legislador de Juntos por el Perú (JP), agrupación aliada del expresidente detenido tras su fallido golpe de Estado en 2022.