La Amazonía peruana se encuentra bajo las garras de excavadoras ilegales que devoran sus bosques en búsqueda de oro. Las cifras reveladas por un informe de Conservación Amazónica ACCA evidencian una realidad escalofriante: en Huánuco, la deforestación causada por la minería ilegal se triplicó en apenas un año: de 558 hectáreas en el 2024 a 1.763 hectáreas hasta agosto del 2025. Esta devastación no es casualidad, sino la consecuencia predecible de un Estado ausente y una política pública que por su inacción parece ser cómplice de esta economía ilícita. El documento, cuyas cifras fueron analizadas por El Comercio, revela que la minería ilegal se ha expandido como una epidemia a nueve regiones amazónicas, afectando 250 cuerpos de agua y 73 comunidades nativas. Mientras Madre de Dios mantiene el funesto liderazgo con más de 11.500 hectáreas deforestadas, Puerto Inca emerge como la nueva "capital" de la minería ilegal, pues es a donde mineros expulsados de otras zonas acuden para operar con total impunidad. "Diario El Comercio. Todos los derechos reservados."