El anterior presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), nunca fue especialmente empático o solidario con el pueblo peruano. Impuso un requisito de visa para los peruanos que quisieran visitar su país, avaló las tropelías del gobierno de Pedro Castillo, intentó protegerlo después de su golpe de Estado y luego difundió narrativas falsas sobre lo que había sucedido aquí. A pesar de que la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, fue elegida para continuar con la línea de AMLO, había alguna esperanza de que los despropósitos y desplantes diplomáticos de su antecesor contra el Perú se fuesen moderando. Esas expectativas han probado estar equivocadas. Sheinbaum, usando la oficina de la Presidencia de México y a nombre de su país, ha decidido seguir con las mentiras de AMLO.