Por Carlos E. Paredes, economista de Intelfin Estudios y Consultoría y docente de la U. Continental."Petroperú: el salvataje negado ya empezó" fue el título de la columna que publiqué hace cuatro semanas en Gestión. En esta vimos cómo, a pesar de que el Gobierno había negado repetidamente que otorgaría un nuevo salvataje financiero, el mismo ya había empezado a ejecutarse en junio, a través de la honra de los avales otorgados por el MEF. Lamentablemente, no fuimos informadosdeestasituaciónni por el MEF ni por Petroperú, sino por el Banco Central (¡gracias a Dios es una institución independiente!).En julio, el Gobierno tuvo que honrar por segundo mes consecutivo garantías otorgadas a Petroperú. Nuevamente, fue el BCR el que nos informó de esto. Hasta fines de ese mes, el MEF ya habría honrado cerca de 650 millones de soles en avales. Dado el aparente miedo o renuencia a decir la verdad sobre la situación financiera de la empresa y el hecho de que los contribuyentes tendremos que seguir financiándola, el Gobierno habría optado por ejecutar un "rescate financiero con gotero", mediante la honra progresiva de los avales otorgados. Esta estrategia les permitiría "pasar piola" y evitar el mal rato de tener que pedir más recursos presupuestales al Congreso. El Gobierno habría entendido de que ya no es posible seguir recurriendo a decretos de urgencia para financiar gastos recurrentes y previsibles. Al respecto, el Tribunal Constitucional recientemente admitió a trámite la demanda de inconstitucionalidad presentada por el Colegio de Abogados de Arequipa contra el último de estos decretos, cuyos avales están siendo ejecutados ahora.