El mercado europeo está reconfigurando sus reglas y el perú no puede quedar al margen. Alemania, uno de los principales motores de la economía de la Unión Europea, ha puesto en marcha una política estricta que impacta directamente en la minería; desde 2024 rige la ley de Debida Diligencia en la Cadena de Suministro, que obliga a las empresas a garantizar que los minerales que compran cumplen estándares ambientales, laborales y de derechos humanos. Esta exigencia redefine el mapa de los proveedores y abre una ventana de oportunidades -y de riesgos- para la minería peruana.