Los vínculos entre la minería ilegal del oro y el narcotráfico en nuestro país son cada vez más evidentes, al punto que estos dos negocios criminales no solo conviven, sino que se retroalimentan y fortalecen entre sí a lo largo de nuestro territorio.Un ejemplo de esta simbiosis se pudo conocer cuando el 25 de junio, los agentes del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas de Tingo María se adentraron en el corazón de la selva del caserío Alto Alianza para destruir dos dragas artesanales utilizadas para la extracción aurífera ilegal y un laboratorio rústico de Pasta Básica de Cocaína ubicado a menos de un kilómetro de allí.(Edición sábado).