Por Augusto Cauti Barrantes, exvicemnistro de Minas.La actividad minera ha sido históricamente una de las principales actividades económicas del Perú. Sin embargo, esta industria también ha estado asociada a impactos ambientales y sociales negativos, lo que genera debates y controversias en torno a su sostenibilidad, que, además, ahora se ve amenazada por el acecho de actividades ilícitas.El desarrollo minero sostenible debería ser un tema prioritario en la agenda nacional, sin descuidar la competitividad del país. Si bien el Estado ha implementado políticas para promover la minería responsable y minimizar sus impactos negativos, aún existen desafíos que deben ser abordados. Uno de los principales desafíos es la necesidad de equilibrar la generación de ingresos, el aporte de divisas y la creación de empleos con la protección del medio ambiente, la garantía de los derechos de las comunidades y el desarrollo territorial en las zonas cercanas a los lugares donde se desenvuelve. La minería puede tener impactos en la biodiversidad, la calidad del agua y la salud, por lo que es fundamental implementar medidas efectivas para mitigar esos efectos. A su vez, la oportunidad importante es la creciente demanda de minerales y metales en el mercado internacional, lo que generaría beneficios económicos significativos para el Perú. No obstante, debe manejarse con mucho criterio, ya que existe el riesgo de que la dependencia de la exportación de materias primas limite el desarrollo de otras industrias.