A Elvis Vergara le resbala todo: incluso la vergüenza de no tener ética y de sobrarle codicia para asumir la Comisión de Ética sabiendo que carga una pesada mochila investigatoria de la Fiscalía y que encima ya se había hecho de la presidencia de otra comisión con facultades investigadoras que debió esquivar, la de Fiscalización. A Vergara le resbala también lo que señala el reglamento del Congreso que en su artículo 20, inciso d, establece con claridad que los legisladores inmersos en procesos penales están prohibidos de integrar las comisiones de Fiscalización y Ética y la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC). Nada parece haberle importado al denunciado por el caso Los Niños, quien ha recibido críticas de sus colegas de la plaza Bolívar, pero también la molestia de sus propios compañeros de bancada, la de Acción Popular, que se han visto sorprendidos por la designación de Vergara como titular de Ética. Cuatro de los nueve legisladores que integran el grupo congresal y una representante del Parlamento Andino han exigido a través de un oficio dirigido a Carlos Alva, vocero de su grupo parlamentario, que se retire al investigado legislador como miembro y presidente de Ética y se convoque a una reunión extraordinaria de bancada.