LA MINERÍA QUE DEBERÍAMOS QUERER
19 de agosto de 2025

Por Carlos Casas Tragodara, profesor e investigador del CIUP - Universidad del Pacífico.La minería es una actividad que despierta pasiones, y la discusión que genera puede llevar a cierta polarización de posiciones. Como siempre en estos casos, cada parte cree tener la razón. Esto no es distinto de lo que ocurre en el resto del país en el ámbito político. Y allí radica la razón de la discusión actual: la politización. No es extraño encontrar personas que afirman que la minería se lleva todos los recursos y contamina, y que por ello no debería permitirse. En menor escala, también se escucha la posición opuesta.Como siempre, el camino a seguir es intermedio. Y aquí, todos son responsables; no hay parte que se salve. Sin la participación del Estado, las empresas y la sociedad civil, no iremos a ninguna parte. Por ello, no es casualidad que, en el último reporte de conflictos de la Defensoría del Pueblo, el 25% del total de conflictos provenga de la minería, y que estos representen el 50% de los conflictos medioambientales que tenemos en el Perú. Si sumamos todos los sectores extractivos, representan el 80% de este tipo de conflictos.Según el Minem, tenemos proyectos de inversión en minería por US$ 64,000 millones, de los cuales solo se están ejecutando cinco, y sus montos representan únicamente el 7% del total. Esta es una situación que no puede continuar si lo vemos como país. En un contexto donde el cambio tecnológico y las oportunidades del mercado son interesantes, no estamos aprovechando las olas y dejamos de generar riqueza para nuestro país.Seamos claros: la riqueza que puede obtenerse de la actividad minera es significativa, y el recurso que no se extrae no tiene valor. Para ello, la inversión necesaria es importante, y debemos ser atractivos y productivos para atraer los capitales necesarios.

  • [Gestión,Pág. 17]
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