Por Pedro Pablo Kuczynski. La minería es la principal fuente de ingreso de divisas que tenemos en el Perú. También es el sector que más impuestos paga. Si dejamos que cada año la minería ilegal aumente su capacidad de producción sin pagar sus impuestos, regresamos de frente a las crisis de balanza de pagos y de presupuestos que el país experimentó durante muchos años de inestabilidad financiera. Hoy, la exportación de oro proveniente de la minería ilegal genera US$ 12,000 millones de ingresos de divisas informales. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), muchos de estos ingresos van directamente a los productores ilegales sin pasar por el sistema bancario. La mayoría de estos ingresos no paga impuestos a la venta ni regalías. La minería ilegal (también llamada "informal" y, en algunos casos, "ancestral") ha recibido un enorme impulso en los últimos años por el fuerte auge de los precios internacionales del oro, causados en gran parte por la inestabilidad política en el mundo. Esta cifra es equivalente a la de las exportaciones de oro formal. Estamos perdiendo ingentes potenciales recursos tributarios, y el dinero que se genera termina yendo directamente a instituciones financieras en el exterior. ¿Esta situación es grave? Lo es porque el Perú necesita más recursos tributarios para financiar todo lo que requerimos, desde vivienda social hasta hospitales y carreteras.