En una zona limítrofe hipotética se detecta que hay un desplazamiento irregular de transporte. Los dos policías a cargo desean llamar refuerzos o, por lo menos, notificar el ingreso; pero no pueden establecer el contacto: no hay un dispositivo para ejecutar la llamada. Este escenario es real en el país, donde se dispone de un solo equipo de radio por cada 17 puestos de frontera y comisarías rurales. Así lo recabó el Instituto de Criminología, en alianza con el Centro de Altos Estudios Nacionales - Escuela de Posgrado, en el informe "Capacidad y tiempo de respuesta de los servicios de seguridad ante emergencias".