Como parte de su intento por desconocer la soberanía peruana sobre la isla Chinería, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó como un "secuestro" ilegal la detención de dos ciudadanos de su país que realizaban supuestas labores topográficas en dicha zona de nuestro territorio. Estas afirmaciones merecieron el enérgico rechazo del Gobierno peruano, que también protestó por los reiterados actos de provocación de ciudadanos colombianos en territorio nacional.