Gustavo Petro, presidente de Colombia quien no reconoce la soberanía del Perú en la isla Chinería, tiene un largo historial de connotados escándalos de corrupción, supuestos episodios de alcoholismo y desenfreno de su vida privada, entre otros. El mandatario carga, además, con las sombras de su pasado en el M-19, un grupo guerillero inmovilizado en 1990. Esta agrupación subversiva tomó el Palacio de Justicia ( 1985) con 350 rehenes en un edificio en llamas. Si bien Petro asegura que nunca participó en ese atentado, sus detractores aseguran lo contrario. (Edición domingo)