Aunque la propuesta de construir un tren bioceánico entre Brasil y Perú volvió a posicionarse en la agenda regional, el Gobierno peruano ha marcado distancia respecto a su financiamiento, dejando la puerta abierta a futuras evaluaciones sin comprometer recursos públicos.La semana pasada, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Eduardo Arana, fue enfático al señalar que el Ejecutivo no tiene previsto asumir el costo de una obra de esta envergadura.Sin embargo, esta semana el tono del titular del MTC fue más matizado. "Toda propuesta que ayude al desarrollo y la integración de América es bienvenida, no lo hemos descartado", afirmó, al reconocer el potencial de la iniciativa para dinamizar el comercio y mejorar la conectividad regional.