El Perú ha convertido la formalización minera en una interminable coartada para la ilegalidad. Bajo el disfraz de un proceso "regulado", miles de mineros informales e ilegales han encontrado la forma perfecta de operar al margen de la ley y de depredar los recursos del país, amparados en trámites que no buscan cumplir, sino evadir la acción del Estado. El Registro de Formalización Minera (Reinfo) lejos de ser una herramienta de solución, se ha vuelto el refugio legal de quienes nunca pensaron cumplir con las normas, pero sí aprovecharse de un sistema permisivo y complaciente.