GAS NATURAL Y DESARROLLO REGIONAL: ENERGÍA PARA INTEGRAR AL PERÚ
14 de julio de 2025

Por Martín Mejía, director general de Cálidda.En el Perú, si hablamos de desarrollo regional es -inevitablemente- hablar de desigualdades. Mientras Lima ha avanzado con servicios e infraestructura, vastas zonas de la sierra, el sur y la selva permanecen aún relegadas, y atrapadas en un círculo de pobreza estructural. Y ahí es donde el gas natural puede ayudar. El acceso a esta fuente de energía limpia, segura y más económica no solo reduce costos para las familias y negocios, sino que impulsa nuevas economías. El gas natural permite que pequeños emprendedores, industrias y transportistas compitan en mejores condiciones. Pero su valor va más allá del uso: la instalación de redes, estaciones y conexiones genera empleo, dinamiza mercados y promueve una inclusión productiva.En Lima y Callao, donde Cálidda opera desde hace más de 20 años, ya lo hemos comprobado: más de 57.000 empleos directos e indirectos han sido generados gracias a la expansión del servicio. Sabemos que ese mismo potencial puede replicarse en regiones que, paradójicamente, están más cerca del recurso, pero aún no acceden a él.Según el informe "Diagnóstico de la situación de las brechas de infraestructura o de acceso a servicios del sector Energía y Minas PMI 2025-2027", del Minem, hay importantes brechas de infraestructura de transporte de gas natural por ductos que permitirían masificar el gas natural a más ciudades del país. Esta situación no solo es técnica: es una deuda histórica que debe revertirse.