ESA MINA NO ES MÍA
13 de julio de 2025

Por Fernando Vivas, periodista.A favor de los mineros que tomaron carreteras, podemos decir que la política está hecha a punto para ellos: las bancadas y partidos en campaña electoral los necesitan como clientes. Por el lado del Ejecutivo, tenemos una debilidad e indolencia tales que vimos a la PNP reaccionar tarde ante los piquetes carreteros. En contra de ellos hay un factor que también es transversal: la criminalidad asociada a los mineros escaló hasta provocar acciones firmes del gobierno. La narrativa de que el Reinfo es un paraguas que también protege a mafiosos que contratan sicarios, fue alentada en principio por la minería formal, pero se fortaleció con cada página roja que golpeó a todos los segmentos sociales. Regular la minería y cerrar el Reinfo se volvió un problema de seguridad nacional que este gobierno, aunque débil y desganado, tuvo que asumir. La mayoría congresal también lo asumió bloqueando el martes pasado un dictamen de la Comisión de Energía y Minas presidida por el maestro Paul Gutiérrez que rebautizaba el Reinfo. ¿Y cómo se desata el nudo?La comisión de Gutiérrez había encontrado la clave para suplantar el Reinfo: cambiarle de nombre. En el predictamen de ley MAPE que fue descartado el martes 8, en su capítulo II de registro e inscripción, se creaba el Renapmat (Registro Nacional de la Pequeña Minería, Minería Artesanal y Minería Tradicional). Para inscribirse (art. 16), solo se pedía tres requisitos: “a) DNI. B) Ficha RUC activa y vigente. C) Coordenadas georreferenciadas en Utm-datum WGS84”. Tan simple, si me permiten la comparación, como el registro de un motociclista en una app de delivery.(Edición domingo).