Saludamos que los anuncios empiecen a plasmarse: el presidente del Poder Judicial, Francisco Távara, ha informado que la sala plena ha aprobado el proyecto para levantar el secreto bancario a los jueces investigados por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA).Se trata de una medida positiva y necesaria, tomando todas las previsiones del caso, para avanzar en la lucha contra la corrupción que desprestigia la administración de justicia. Se busca concederle facultades a la OCMA para levantar el secreto bancario, tributario y telefónico a jueces de primera instancia y vocales superiores cuando se les abra algún proceso disciplinario.Lo cierto, como lo sabe el doctor Távara, quien ha dirigido la OCMA, es que no basta la buena voluntad para investigar a los malos magistrados, muchos de los cuales se escudan en argucias legales y el malhadado espíritu de cuerpo para evitar ser sancionados. Es muy difícil detectar y comprobar si un magistrado denunciado por alguna irregularidad se ha enriquecido ilícitamente o tiene algún desbalance patrimonial.Por ello, iniciativas como la comentada tienen que ser apoyadas, sobre todo por el Congreso, para avanzar en la reforma judicial. Más que eso, junto con el levantamiento del secreto bancario, debe endurecerse las sanciones para los malos jueces que avergüenzan a la magistratura y corrompen descaradamente la justicia, de modo que puedan ser destituidos o encarcelados.