Desde hace más de una semana, un grupo de mineros informales mantiene tomado el cruce de la avenida Abancay con el jirón Junín, a escasos metros del Congreso de la República.Allí, han instalado un campamento con carpas, colchones, baños portátiles y cocinas industriales, como si de un asentamiento planificado se tratara.¿Quién financia esta logística? Lo cierto es que cuentan con el visto bueno tácito de la Alcaldía de Lima que ha permitido el bloqueo de la cuadra 2 de la avenida Abancay. Un tramo clave del Centro de Lima donde ya no circulan ni buses ni taxis ni autos particulares. Todo cerrado. Entre Junín y Áncash, un carril de la vía, con dirección a La Victoria, está tomada.Los comerciantes de la zona no tardaron en alzar la voz. Un grupo de restaurantes, pollerías y bodegas reporta pérdidas. Hay malestar y resignación. La Policía, hasta ahora, no interviene, solo mira.Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), lanzó una advertencia a Perú21: "Lo que buscan los mineros informales es escalar el conflicto".Aseguró que lo que "seguro" buscarían es un desalojo que termine con heridos para victimizarse y forzar al Gobierno a ceder a su principal requerimiento.