Por Carlos Basombrío Iglesias, analista político y experto en temas de seguridad.Por un lado viene el trencito como de parque de diversiones, al que se ha reducido el gobierno del 3%. Uno en el cual la gran noticia que transmitir a la ciudadanía esta semana es que le han aumentado S/20.000 mensuales de un porrazo a la conductora, más que duplicando su sueldo, y que en esta ruta tiene de copiloto a un ministro de Energía y Minas que en lo único que tiene claridad y firmeza es en defender el fajín. En lo demás, va como el torito: de una banda a la otra banda. Hace un par de semanas no se le ocurrió mejor idea que incluir en la nueva renovación del Reinfo a los herederos. Ante la previsible reacción se pasó al lado opuesto, limitando de manera importante a los que pueden acogerse a la nueva ampliación. Del otro lado, y en curso de colisión, viene el tren de los mineros no legales, a saber, los que no quieren y los que no pueden serlo, estén dentro o fuera del Reinfo. Uno que ya ha demostrado que sabe cómo abrirse camino. Así, en el gobierno de Alan García (ese sí uno fuerte), hubo de conceder por la movilización y violencia ejercida, nada menos que un "corredor minero" sobre el río Madre de Dios. Más recientemente, en diciembre pasado, acamparon en la avenida Abancay para presionar al Congreso (que no necesitaba de mucha) a que amplíe el Reinfo. La nueva ley estableció que sería por un año en dos tramos, el segundo a decidir por el Ejecutivo.