La resolución con la que se intentó reponer a Patricia Benavides como Fiscal de la Nación habría nacido viciada. Así lo sugiere la renuncia de la secretaria general de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), Giovanna Díaz quien debía estar presente, de acuerdo con la ley, para certificar la legalidad del acta firmada durante la sesión del 9 de junio. Sin embargo, el documento fue firmado únicamente por los seis consejeros que participaron en dicha sesión reservada, que fue encabezada por el presidente de la JNJ, Gino Ríos.Díaz dejó constancia de que no fue convocada a dicha sesión, por lo que el acta no contó con su firma ni con la "convocatoria" previa, una notificación formal indispensable para garantizar la validez de las decisiones institucionales. En su lugar, por lo que se conoce, los consejeros firmaron el acta días después, cuando ya se había desatado el escándalo por la reposición de Benavides.