El grupo de apoyo a Patricia Benavides brilló por su ausencia ayer en el Ministerio Público, justo cuando más lo necesitaba. Antes de las ocho de la mañana, mientras el Poder Judicial informaba que el juez supremo Segismundo León suspendía por dos años a Benavides en sus cargos de fiscal suprema y fiscal de la Nación, en la sede principal de la Fiscalía reinaba el silencio. Su portátil, habitual en otras jornadas, no apareció.Hasta ese momento, se esperaba que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) hiciera cumplir su mandato -con apercibimiento incluido- para reponerla en el cargo; pero la decisión de la Corte Suprema cortó de raíz cualquier intento. La maniobra quedó neutralizada. Y los grupos de apoyo de Benavides, también.