Por Iván Arenas.Formadas primero como organizaciones contra los robos y abigeatos en las zonas de Cajamarca y el alto Piura después a medianos de 1970, las rondas campesinas tenían influencia política del APRA y de la izquierda. No obstante, la influencia ideológica de Patria Roja a través del profesorado y los sindicatos lograron un amplía ventaja y hegemonía en este movimiento. Fujimori las reconocería luego como parte de la estrategia de comités de autodefensa y serían años luego las columnas para todas las estrategias de protesta contra la minería formal y moderna en Cajamarca. Así, las rondas campesinas se han constituido no solo como una organización compacta y hegemónica que controla la gobernanza y el territorio local, sino además un actor político e ideológico potente.Por influencia de la izquierda local -Patria Roja- y sus operadores, las rondas campesinas mudaron de vigilantes contra el abigeato a ser la punta de lanza del ecologismo radical contra los proyectos mineros que quisieron desarrollarse. Es más; hoy se autoproclaman como rondas originarias sin embargo no hay lugar más mestizo que Cajamarca.