El juicio contra el expresidente Martín Vizcarra por los casos de corrupción de Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua evidencia una preocupante realidad: al parecer la estrategia dilatoria de su defensa está dando resultado. La reciente inasistencia de un perito contable, que postergó nuevamente la audiencia, confirma que el proceso judicial no concluirá antes del 4 de julio, fecha límite del impedimento de salida del país que pesa sobre el expresidente. Esta dilación no es casualidad. Como señaló el fiscal Osías Castañeda, no es la primera vez que ocurren "circunstancias claramente dilatorias" en días lunes, precisamente cuando se programan las audiencias. La defensa de Vizcarra ha desplegado una calculada estrategia de ralentización que beneficia directamente a su defendido, quien quedará sin restricciones judiciales mientras el proceso sigue arrastrándose.