La imagen parece sacada de una película de terror. Como si fueran piedras, peritos forenses exhuman cinco cuerpos sin vida en el ‘valle del castigo’. Pero no es cine, es la imagen de la degradación del conflicto por el oro ilegal que se vive en La Pampa, enclavado en Madre de Dios, la región amazónica donde en los últimos siete años han desaparecido 738 personas.