La tormenta en el Ministerio Público es ya larga y, en lugar de amainar, se agrava. El viernes pasado, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) tomó una decisión controversial sobre cuya licitud deben pronunciarse todavía las autoridades pertinentes, pero que sin duda avivará los conflictos dentro de la mentada institución y afectará su imagen ante la opinión pública. Una imagen, hay que decir, que está ya bastante menoscabada por la evidente politización que ha primado de parte de algunos de sus representantes en los casos mediáticos que llevan adelante. La JNJ, en efecto, ha resuelto la semana pasada amparar los argumentos de la ex fiscal de la Nación Patricia Benavides Vargas contra su destitución, ocurrida en mayo del 2024, y ordenar su reposición como fiscal suprema y de la Nación. En diciembre del 2024, Delia Espinoza asumió el máximo cargo en el Ministerio Público. Los argumentos validados por la presente conformación de la junta tienen que ver con una presunta falta de imparcialidad en el proceso que se le siguió antes a Benavides.