En Perú, la reciente reducción del IGV contrasta con la cada vez mayor rigidez del gasto por parte del Gobierno central.Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al 2024, casi el 60% del gasto del Gobierno central sería rígido, puesto que corresponde a categorías poco flexibles como remuneraciones (27%), pensiones (8%), adquisición de bienes y servicios (16%), y el pago del servicio de deuda (18%), lo que implica que estos no pueden ser modificados discrecionalmente en el corto plazo. Por ende, es improbable que el recorte de la recaudación por IGV pueda ser absorbida a través de un ajuste del gasto.Sumado a esto, destaca el incremento de la participación de algunos gastos rígidos en la composición de gastos del gobierno, como remuneraciones y el servicio de deuda.El pago de remuneraciones pasó de representar 22% del gasto total entre 2020 y 2023 a 27% en 2024; mientras que, el servicio de deuda se incrementó desde 12% del total en 2021 a 18% en 2024. El MEF prevé que estos mantendrían una participación similar para 2025.