Por Luis Vinatea Recoba, socio de Vinatea & Toyama.El Congreso de la República tiene pendiente de discusión, tanto en comisiones parlamentarias como en el pleno, varios proyectos de ley centrados en cuestiones como el aumento de los días de descanso por razones de paternidad o maternidad, reducciones del tiempo de trabajo, cambios en la forma de calcular las utilidades legales, retiros de fondos de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), cambios en la metodología para determinar la remuneración mínima vital, y una reforma de la ley que regula el proceso judicial laboral.El común denominador de esas normas es que, a pesar de proponer cambios importantes en el ordenamiento laboral, todas prescinden de su paso por el Consejo Nacional de Trabajo (CNT) y, por ende, del análisis tripartito que deberían realizar justamente los involucrados en el cumplimiento y supervisión de las referidas normas.Es cierto que, desde un punto de vista parlamentario, las reglas del Congreso no exigen que las leyes laborales pasen por el CNT para su aprobación, lo que ha determinado que muchas de esas normas se aprueben, a pesar de ser verdaderamente inconvenientes algunas de ellas. Recordemos, a este respecto, la aprobación de los retiros de los fondos de pensiones de las AFP (ya van siete y nos vamos por el octavo retiro), la disposición de la compensación por tiempo de servicios (CTS) y el establecimiento de feriados no laborables, que han disminuido severamente la competitividad de nuestro sistema productivo.