Acaba de cumplir un mes en el sillón más importante de la Iglesia católica. Aquel 8 de mayo cuando en la abarrotada plaza San Pedro, allá en el Vaticano, apareció Robert Prevost por el balcón de la basílica ungido como el nuevo papa, el Perú celebró la consagración de quien consideraba un compatriota más. Aquella tarde, quien fuera obispo de Chiclayo entre 2015 y 2023 y que decidió nacionalizarse para convertirse en un peruano más, era presentado ante el mundo como León XIV, el pontífice que reemplazaría a Francisco. Como para sellar su vínculo con nuestro país, el flamante papa dedicó unos segundos de su discurso inicial para saludar a Chiclayo, la tierra donde desplegó su amor a Dios, fortaleció su labor pastoral y aprendió a querer al país. A partir de ese día muchos peruanos llegan hasta el Vaticano en busca de ver, tocar y alcanzar la bendición de nuestro santificado compatriota. Pero los que viven acá también esperan recibir cuanto antes la gracia del nuevo pontífice. A un 40% de peruanos les gustaría que el papa León XIV visite el país entre julio de 2025 y julio de 2026, según revela la última encuesta realizada por Ipsos para Perú21. La expectativa y el entusiasmo es mayor en el norte del país, donde el santo padre dejó su huella pastoral en Chiclayo y Trujillo. Allí, el deseo porque el papa visite Perú entre ese lapso se eleva a 48%.