Esta semana el Gobierno reconoció por primera vez que en el Perú -más allá del conocido avance de la explotación aurífera ilegal e informal- existe también una escalada de la minería informal e ilegal del cobre de gran envergadura, particularmente identificada en la zona de Apurímac, en área concesionada a Las Bambas.En diálogo con la prensa extranjera, el ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, confirmó la existencia de la mina informal denominada Apu Chunta, explotada por la comunidad campesina de Pamputa -en área concesionada a Las Bambas-, y de donde se extraen unas 30,000 toneladas métricas de cobre por cerca de US$ 300 millones a precios actuales.El titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem) refirió que los operadores informales también habían invadido proyectos de exploración cupríferos operados por Southern Perú, First Quantum Minerals, y de Teck Resources, que también se estaban afectando.