En menos de una década, las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico han ampliado la extensión de las tierras de cultivo de hoja de coca en la Amazonía, particularmente en áreas que corresponden a las comunidades indígenas, sin que las fuerzas de seguridad impidan las constantes invasiones territoriales.Ante el virtual abandono estatal, algunas comunidades, como la Kakataibo, ha organizado "Guardias Indígenas" para proteger sus tierras de la embestida del narcotráfico que ha afectado 274 pueblos y se ha cobrado la vida de 27 dirigentes, según el estudio "Narcotráfico en territorios indígenas de la Amazonía peruana: rutas, impactos y políticas erradas".