El proceso de la transición energética en Perú enfrenta grandes desafíos como el acceso limitado a la electricidad y una fuerte dependencia de la madera y los combustibles importados. Sin embargo, las energías renovables van ganando terreno y con ellas la reducción de emisiones de CO2. En ese sentido, la necesaria diversificación de la matriz energética está a nuestro alcance gracias al gran potencial del Perú no solo en energía hidroeléctrica, la fuente más utilizada, sino también en las cada vez más extendidas bondades de la energía solar, eólica y geotérmica.