De pronto, surgen nuevas informaciones sobre la situación de seguridad y los vínculos políticos con algunas de las causas de la violencia que azota a la región norte del país. En el distrito de Pataz, por ejemplo, la criminalidad ha crecido de forma alarmante, como resultado del avance descontrolado de la minería ilegal y otras actividades ilícitas como las extorsiones y el sicariato. La región La Libertad no solo se ha convertido en una de las más violentas del país -compitiendo tristemente con la capital, Lima-, sino que la situación actual guarda una relación directa con quienes han ejercido el poder en los últimos años.Nos referimos al partido que desterró al APRA de su histórico bastión: Alianza para el Progreso (APP). Su líder, César Acuña, ha ocupado el Gobierno regional desde 2014, y a partir de ahí el deterioro de la calidad de vida, estrechamente vinculado con la inseguridad, ha sido proporcional a su permanencia en el cargo.