DE 48 A 40 HORAS SEMANALES

Por Germán Lora, socio de Damma Legal Advisors.Durante los últimos años venimos siendo testigos de la reducción de las jornadas de trabajo en algunos países de Sudamérica, en la búsqueda de la ansiada conciliación de la vida laboral y personal. Colombia y Chile tienen reformas aprobadas para disminuciones graduales, pasando de 48 a 42 y de 44 a 40 horas a la semana, respectivamente. Por otro lado, México y España vienen discutiendo la materia, con vistas a que, probablemente, se aprobará.Sin embargo, en nuestro país, con excepción de aisladas propuestas legislativas que buscan reducir la jornada indirectamente, como un proyecto para la inclusión del tiempo de refrigerio dentro de la jornada; o, supuestos de excepción en donde se propone una modificación constitucional para reducir a 38 horas semanales la jornada de trabajo de los trabajadores con hijos huérfanos de padre o madre; el planteamiento directo no existe. Lo interesante es observar también que no es un tema de preocupación de las organizaciones sindicales como sí lo ha sido, por ejemplo, la restricción de la tercerización de servicios.Las propuestas de reducción de la jornada de trabajo -de manera general- se fundamenta en la creencia de que esto puede mejorar la calidad de vida de los trabajadores, aumentar la productividad y fomentar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.