Solo unas horas después de haber realizado ajustes en el Consejo de Ministros, con el respaldo de la presidenta Dina Boluarte, el jefe del Gabinete Ministerial, Gustavo Adrianzén, renunció para evitar su inminente censura por parte del Congreso. Inicialmente, el gobierno tenía la intención de "pelear hasta el final" la permanencia del abogado. No obstante, la decisión de Fuerza Popular a favor de la destitución cambió sus planes.Fuentes de El Comercio indicaron que un sector del Parlamento solicitó a la administración de Boluarte concretar "cambios profundos", entre ellos la salida de Adrianzén y la conformación de un Gabinete Ministerial "de consenso" y que garantice elecciones generales transparentes y un traspaso del poder ordenado. No obstante, el Ejecutivo solo cambió a los ministros de Economía y Finanzas, Transportes y Comunicaciones e Interior. Luego de 50 minutos de esta medida, el fujimorismo, a través de un comunicado, adelantó su respaldo a la destitución del primer ministro. La bancada naranja argumentó que el gobierno tuvo una "reacción tardía" frente a la masacre de 13 trabajadores mineros en Pataz, en La Libertad, y cuestionó el despliegue militar en la zona.Horas después, por la noche, Adrianzén comunicó su renuncia en vivo, en un mensaje desde Palacio de Gobierno. Lo hizo acompañado por la presidenta y su Consejo de Ministros.