Los últimos deslices presidenciales en materia de derechos humanos han puesto en evidencia la falta de coordinación entre el Jefe del Estado y sus ministros. Algo que quedó patentado ayer, cuando la ministra de Justicia, María Zavala, mostró una opinión contraria a la esgrimida por el presidente García en un tema que parece su favorito: la aplicación de la pena de muerte. Recordemos que García había dado una cifra bastante elevada sobre las denuncias contra el Estado peruano ante la CIDH y que inmediatamente Zavala salió a corregirlo. Ayer la misma ministra le restó viabilidad a la propuesta de Palacio para aplicar la pena de muerte.(Edición sábado).