Por Mirko Lauer.Trece asesinados, y 50 secuestrados que se ha logrado rescatar, son la marca de una escalada que ya había comenzado hace tiempo. Por intuición periodística, el evento de Pataz ha llegado a algunos de los principales medios del mundo. La frase frente a lo sucedido es que el gobierno ya ha perdido el control de esta zona minera de La Libertad. La frase pudo ser lanzada cuando los mineros ilegales empezaron a derribar torres eléctricas de las empresas mineras hace un par de años, pero no lo fue. Miles de guardias privados y cientos de policías después, está claro que el gobierno central y el regional, más los esfuerzos del sector privado, han sido arrinconados.¿Quién arrincona? No solo los mineros ilegales que luchan por su acceso al oro, propio y ajeno. A estas alturas ya operan en Pataz varias bandas criminales multipropósito atraídas por el metal. Se estima que estas bandas son las que han introducido tácticas senderistas (torres derribadas, y ahora masacres) en el panorama de la zona.