Entrevista a Juan Rivadeneira Frisch, economista y analista político ecuatoriano.Los Choneros llegaron a Piura. Los Tiguerones y Los Lobos están en Tumbes.El problema es que estos grupos siguen dividiéndose. Cuando matan a los líderes, se crean nuevas bandas. El presidente citó 22, pero se conocen muchas más. Y terminan siendo dependientes de los cárteles que manejan la droga en México y Colombia. Y eso suma otros ilícitos, como la minería ilegal, la trata y el tráfico de personas.En Perú, el narcotráfico y la minería ilegal comparten territorios. Los Lobos hacen minería en Azuay y acá en el Marañón.Uno alimenta al otro. El origen del financiamiento de la minería ilegal es la droga. Hay un círculo que crea una economía criminal.Aquí la minería ilegal ha tomado el Congreso. El oro se lleva a Bolivia y los ilegales exigen que el Gobierno les compre el oro.Hay un sector formal con estándares internacionales, pero solo son dos minas en etapa de explotación. Hay diez en etapa de exploración, pero la formalidad toma tiempo. Ahí está el costo de oportunidad: la dificultad y trabas de la minería formal son el caldo de cultivo para que la minería ilegal exista. Y el Gobierno está desbordado en temas de inseguridad. No tiene capacidad de control, aunque entraron a Buenos Aires y a Napo con aparato militar, lugares de narcotráfico y minería ilegal donde encontraron 150 retroexcavadoras.(Edición domingo).