Cuando la justicia peruana ordenó reponer a Tomás Gálvez Villegas y a Luis Arce Córdova como fiscales supremos, no contaba con el factor que siempre permite las injusticias: la falta de presupuesto.Es decir, el dinero para implementar las oficinas y solventar los sueldos de los altos funcionarios no existe. Solo se cuenta con lo necesario para que uno de los dos regrese. EXPRESO conversó con Gálvez, quien en medio de sus comentarios sobre si podría volver al Ministerio Público, nos precisó esta realidad poco conocida.Una fuente de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) nos había explicado que solo se estaba convocando a un concurso público para reemplazar a una de los dos plazas disponibles en la Junta de Fiscales Supremos. En esta había laborado la hoy destituida Patricia Benavides, quien también ha acudido al Poder Judicial y al Tribunal Constitucional para su reposición.(Edición domingo).