La semana pasada el Congreso de la República aprobó, por insistencia, la ley que establece una tarifa única de gas natural a nivel nacional -nivelada con la que se aplica en Lima y Callao-. Lo que recibió luz verde del pleno del Parlamento difiere de la propuesta original que planteara el Gobierno de Perú, y aplica más bien restricciones a los alcances de ese beneficio, excluyendo al sector industrial.El proyecto del Poder Ejecutivo -dirigido a impulsar la masificación de ese combustible- proponía que la tarifa única abarcara un consumo mensual de 900,000 metros cúbicos (m3) de gas (que alcanzaría al consumo industrial), pero el Legislativo modificó esa iniciativa, restringiéndola para que beneficie solo a consumos de hasta 50,000 m3 (uso doméstico y de pymes).Tal recorte había movido a la preocupación a diversos actores del mercado, pues el objetivo de abarcar a la gran industria, era que ésta funcionara como "ancla", es decir, que su mayor consumo permitiera mayores inversiones en beneficio de los pequeños usuarios.El ministro de Energía y Minas, Jorge Montero Cornejo, reveló a Gestión que la decisión que ha adoptado el Ejecutivo es aceptar (allanarse a) la ley que ha aprobado el Congreso, aunque consideró que se trata de una restricción exagerada la que ha aplicado el Legislativo.