El oro alcanzó ayer un nuevo máximo histórico al superar los US$3.400 por onza, consolidándose como el principal activo refugio en un escenario internacional marcado por la incertidumbre política en Estados Unidos y las renovadas tensiones comerciales con China.La subida responde principalmente a la debilidad estructural del dólar, que cayó a su nivel más bajo desde el año 2022. La situación se agravó tras las declaraciones del presidente Donald Trump, quien intensificó sus críticas a la Reserva Federal y dejó entrever la posible destitución de su titular, Jerome Powell.Desde la perspectiva peruana, este fenómeno tiene efectos mixtos. Por un lado, beneficia a las empresas mineras y a fondos vinculados al oro, mejorando el desempeño de instrumentos relacionados con el metal. Por otro, puede implicar presión sobre los activos de riesgo regionales, ante una menor rotación de capital hacia mercados emergentes y una preferencia marcada por posiciones defensivas.