UN PERUANO UNIVERSAL
15 de abril de 2025

Hay quienes afirman que, de un modo secreto, las obras de ficción son siempre autobiográficas. Narran quizás hechos que nunca le ocurrieron al autor, pero registran al mismo tiempo elementos esenciales de su periplo espiritual. Esto puede confirmarse de alguna forma en la mayor parte de las novelas de Mario Vargas Llosa. Del Poeta de "La ciudad y los perros" al Conselheiro de "La guerra del fin del mundo", pasando por Zavalita de "Conversación en La Catedral" o la Flora Tristán de "El Paraíso en la otra esquina", sus protagonistas son habitualmente individuos empeñados en la búsqueda de algo que luce inalcanzable o comprometido con una idea que los conduce a través de la peripecia que el relato pone en escena: una circunstancia que describe muy bien la actitud vital de Vargas Llosa, tanto en su afán de lograr la "novela total" como en su defensa de los principios de la libertad.