La violencia criminal estableció una nueva marca, trágica y macabra, este martes. Tres choferes fueron baleados en la avenida Venezuela por sicarios vinculados a las mafias de extorsionadores, y en al menos uno de los casos el desenlace fue fatal. Lo más alarmante de todo es que la zona donde se produjeron los ataques tiene presencia policial y militar, y cuenta con cámaras de vigilancia. Nada de eso, sin embargo, importó a los pistoleros, que parecen dar por descontado que las autoridades no están en capacidad de capturarlos para que sean sancionados. Ese mismo día, además, se produjo un aparatoso asalto en un centro comercial de Independencia, a plena luz del día, sin que los delincuentes fueran atrapados.