Por The Economist.Si el lector no ha notado que Estados Unidos está siendo "saqueado y ultrajado por países cercanos y lejanos", felicitaciones: tiene un sentido de la realidad más firme que Donald Trump. Es difícil discernir qué es más inquietante; que el líder del mundo libre diga tonterías acerca de su exitosa y admirada economía, o que el 2 de abril, espoleado por sus delirios, haya anunciado la mayor ruptura de la política comercial estadounidense en más de un siglo -cometiendo el error económico más profundo, dañino e innecesario de la Edad Contemporánea-.Donald Trump anunció nuevos aranceles "recíprocos" a casi todos los socios comerciales de su país, con tasas de 34% a China, 27% a India, 24% a Japón y 20% a la Unión Europea (UE). Hay países que recibieron un mínimo de 10%, aunque muchas economías pequeñas enfrentan tasas severas. Incluyendo los ya existentes, el arancel total para China ahora es 65%. Canadá y México no fueron incluidos en esta ocasión, y no hubo cargas adicionales para rubros como autos (ya tenía 25%) o una prometida para semiconductores.En suma, el arancel promedio de Estados Unidos se ha disparado a niveles de fines del siglo XIX. La mayor economía del mundo ha abandonado el orden comercial global y ha adoptado el proteccionismo. La pregunta para los países que el irracional vandalismo de Trump ha dejado en shock es cómo limitar el daño.