La nueva Refinería Talara, que entró en operación hace casi año y medio, fue diseñada para producir combustibles con un menor contenido tóxico en comparación con su antigua planta, pero no la preparó para cumplir con los estándares de calidad ambiental que se empezarán a exigir en el Perú dentro de seis meses.La exigencia ambiental que requiere la normativa aprobada en febrero del 2024 por el propio Ministerio de Energía y Minas (Minem) para la venta de derivados del petróleo, superan lo que ofrece actualmente esa planta en términos de calidad y menor toxicidad.Se trata del Decreto Supremo 003-2024-EM, que establece que el diésel, gasolinas y gasoholes que se comercialicen a partir del 1 de octubre del 2025 en el Perú, deberán tener un contenido no mayor a 10 partes por millón (ppm) de azufre.Néstor Herrera, jefe de laboratorio de la Refinería de Talara, había declarado que, si bien esa planta fue construida para producir con 50 ppm, la empresa estaba trabajando para lograr el nuevo nivel de calidad (Euro 6) que se exigirá en nuestro país para cumplir el estándar mundial.