Por Luis García Miró Elguera.Resulta verdaderamente insólita, impresentable, incluso delincuencial, la demanda de los sindicatos de la quebrada empresa estatal Petroperú, mostrando su descontento y alzando su "voz de protesta" -anunciando paros y huelgas por la falta de designación de un directorio estable- criticando, además, la incertidumbre que esto genera.Petroperú cerró el ejercicio 2024 con una pérdida neta de 805 millones de dólares. La empresa enfrenta una crisis financiera sin precedentes para este país, marcada tanto por sus millonarias deudas -que ascienden a más de 8,532 millones de dólares- como por la incapacidad de su Directorio, Gerencia y Administración para gestionarla sin que su operación le cueste a Juan Pueblo. Hablamos de algunos burócratas inútiles y, muchas veces, corruptos, acostumbrados a que usted, amable lector, pague sus incapacidades y sus corruptelas, escondidas bajo el rubro que se les antoje a sus directivos.