La renuncia de Galinka Meza Salas como fiscal adjunta suprema no implicará ningún cambio en la estrategia del Ministerio Público frente al juicio a Pedro Castillo por el golpe de Estado que perpetró en el 2022, de acuerdo con información recogida por El Comercio. Fue la abogada quien sustentó la acusación contra el expresidente por el presunto delito de rebelión.En diálogo con El Comercio, la ahora exfiscal explicó que su renuncia fue estrictamente por "motivos personales", los cuales evaluó desde antes del inicio del juicio. A esto se sumó un período por licencia médica que tomó previo a su dimisión, solo días después de la instalación del juzgamiento, el pasado 4 de marzo. Indicó que, en ese lapso, su decisión de dar un paso al costado se confirmó.Asimismo, negó que su decisión sea fruto de alguna presión o cuestionamiento y rechazó las versiones que vinculaban su salida con discrepancias en torno al manejo o la estrategia del caso.